Nos vamos acercando al final del tiempo pascual. Este domingo celebramos
la Ascensión del Señor. El evangelio nos dice que los discípulos se dirigieron
al monte que Jesús les había indicado. Cuando Jesús quiere que los discípulos
experimenten más íntimamente su presencia, los conduce siempre hacia un monte;
el monte indica altura, elevación, soledad, aislamiento... simboliza levantar
la mirada hacia Dios y estar atentos a lo que Él nos quiera comunicar. En el
monte Jesús da una misión a los discípulos y a cada uno de nosotros: anunciar
el evangelio a todo el mundo, proclamar con nuestra vida que somos seguidores
de Jesús. La tarea no es fácil, y mucho menos en el ambiente que hoy nos rodea,
pero Jesús nos asegura que estará con nosotros todos los días hasta el fin del
mundo. Su presencia, su ayuda, su fuerza, permanecerán siempre a nuestro lado
para que podamos llevar a cabo la misión que nos ha sido confiada, con firmeza
y con valentía.
En los últimos días del tiempo pascual, intentemos
valorar y hacer nuestra esta gran misión que Jesús nos encarga.
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