sábado, 26 de mayo de 2012

EL DON DEL ESPÍRITU


Con el domingo de Pentecostés terminamos este camino de cincuenta días que ha constituido el tiempo pascual. Hoy, en el evangelio y en toda la liturgia del día, se nos quiere hacer tomar conciencia del gran don del Espíritu.
No es fácil entender el regalo que recibimos con el Espíritu Santo pero nos podemos fijar de qué forma actúa en nosotros.
El Espíritu, don de Jesucristo y del Padre, es nuestro compañero de camino, es quien nos da la fuerza y la alegría para seguir adelante, es quien nos protege, quien nos defiende y nos anima en nuestra ruta. El Espíritu es quien nos permite profundizar en el mensaje de Jesús y nos ayuda a entenderlo y a vivirlo. El Espíritu es quien nos hace testigos valientes en el lugar y situación que nos toca vivir. El Espíritu es luz, es guía, es ayuda, es apoyo, es gozo, es estímulo, es coraje, es paz, es amor…
Por todo esto Jesús nos dice hoy: “Recibid el Espíritu Santo” ya que, abriéndonos a Él, seremos fuertes y valientes para vivir nuestro compromiso de seguimiento de Jesús.

viernes, 18 de mayo de 2012

ID Y PROCLAMAD


Poco a poco vamos llegando al final del tiempo pascual. Este próximo domingo celebramos la Ascensión del Señor. El evangelio nos transmite un mensaje importante: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”. Todos los que creemos en Jesús, que lo seguimos desde el lugar concreto dónde nos encontramos, que lo tratamos por medio de su Palabra o de los sacramentos, tenemos la misión y el encargo de darlo a conocer a quienes no han tenido la oportunidad de descubrirlo o a quienes son indiferentes a su mensaje.
¿Cómo lo podemos hacer? En primer lugar, con nuestro testimonio de vida, viviendo amando, compartiendo, perdonando, respetando, dando a los demás lo mejor de nosotros mismos... Con nuestras actitudes y con nuestra manera de actuar estamos anunciando Jesús a los demás. También podemos darlo a conocer cuando alguien nos pida razón de nuestra fe, con sencillez y, a la vez, con convicción.
Que estos últimos días de Pascua nos ayuden a ser testimonios valientes de Jesús y de su evangelio, que nuestra misma persona sea “un evangelio” para los demás.

viernes, 11 de mayo de 2012

JESÚS, EL AMIGO



En el evangelio de este VIº domingo de Pascua, Jesús nos habla, entre otras muchas cosas, de la amistad, no como una teoría sino que nos asegura que “Vosotros sois mis amigos”.
Si nosotros podemos poner nuestra confianza en los amigos que lo son de verdad, y podemos encontrar en ellos apoyo y ayuda, ¡cuanto más lo encontraremos en la persona de Jesús, que nunca nos fallará!
Tener a Jesús como amigo, es fuente de alegría y de amor. Tener a Jesús como amigo también implica, por parte nuestra, una respuesta generosa y comprometida, el compromiso de amarnos mutuamente tal como Él nos ha amado. Jesucristo se ha entregado totalmente por nosotros y quiere hacernos participar de su vida ofreciéndonos su amistad. Abrámonos y valoremos este don.

viernes, 4 de mayo de 2012

UNIDOS A LA VID


Vamos caminando durante este tiempo de Pascua y llegamos al Vº domingo. Esta semana el evangelio nos ofrece un texto precioso. Jesús usa una imagen por hacernos llegar su mensaje: la vid y los sarmientos. Muchas veces hemos visto por nuestros campos la figura de la vid que, pese a sus aparentes ramas secas y sin vida, empieza a sacar hojas verdes y, más adelante, el preciado fruto de la uva. Es cierto que, para llegar a dar fruto los sarmientos han de estar bien unidos a la vid, de lo contrario, se secan del todo.
Jesús nos quiere decir con esto que hace falta que estemos bien unidos a Él si queremos que nuestra vida tenga sentido y si queremos dar lo mejor de nosotros mismos. Es el deseo del mismo Jesús: que vivamos unidos a Él para que podamos crecer de verdad como personas, como creyentes, como seguidores suyos.
¿Qué quiere decir vivir unidos a Jesús? Vivir unidos a Él quiere decir escucharlo en su Palabra, considerarlo como un amigo que nunca nos fallará, saber que está siempre a nuestro lado, abrirnos a su amor, a su ternura, a su amistad... y, si lo vivimos, anunciémoslo a aquellos que todavía no lo acaban de descubrir.

Nuestra vida se llenará de sentido si vivimos unidos de verdad a Jesús, esto nos ayudará también a vivir unidos a quienes nos rodean.