jueves, 15 de marzo de 2012

TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO...


Poco a poco vamos recorriendo el camino de la Cuaresma. El evangelio de este cuarto domingo nos habla de entrega, de vida, de luz... Jesús mismo nos quiere hacer dar cuenta y valorar cuán grande es el amor del Padre que nos ha hecho el don de darnos a su propio Hijo, Jesucristo. El objetivo de este don no es otro que darnos VIDA, es decir, que disfrutemos ya desde ahora de la presencia de Dios, de su amor, de su ternura, de su amistad, de su consuelo, de su ayuda... Disfrutar de los dones de Dios depende de nosotros; Él se nos entrega sin medida hasta darse Él mismo pero nosotros tenemos que estar abiertos y receptivos por acoger esta vida y esta luz. Entonces, ninguna oscuridad, ninguna duda, ninguna incertidumbre... nos podrá hacer tambalear si tenemos la seguridad, y lo hemos experimentado, que Dios está con nosotros y que, con Jesús, nos lo ha dado realmente TODO.
Con este ánimo, sigamos adelante hacia la próxima Pascua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario