viernes, 20 de marzo de 2015

SI EL GRANO DE TRIGO...



Llegamos al quinto domingo de Cuaresma, casi al final de nuestro trayecto para llegar a la Pascua. El evangelio empieza interpelándonos en lo más profundo de nosotros mismos: “Quisiéramos ver a Jesús”. Este es el deseo inscrito en el interior de cada persona, aunque muchas veces sin saberlo: “ver”, es decir, descubrir, conocer, amar, seguir... a Jesús.
Jesús invita a seguirlo con todas las consecuencias: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto”. Si de verdad queremos vivir la vida de Jesús, sea donde sea el lugar en que nos encontremos, hemos de estar dispuestos a entregarnos, a dar todo lo que tenemos de nosotros mismos y a ponerlo a disposición de los demás; hemos de servir al estilo de Jesús, abriéndonos a Él y a todas las personas que nos necesitan.
Cada uno de nosotros podemos ser este grano de trigo que, como Jesús, se da con generosidad y disponibilidad.
Con estas actitudes, acabemos de recorrer los últimos días de Cuaresma, dispuestos a celebrar con gozo la Pascua, ya tan cercana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario