Hemos llegado a la última
etapa de nuestro camino cuaresmal; nos encontramos ya en las puertas de la Semana
Santa. En esta semana se nos invita a adentrarnos todavía más en la
contemplación del Misterio de la Muerte y Resurrección de Jesucristo.
El domingo de Ramos nos
abre a la vivencia de este Misterio, pero será a partir de la tarde del Jueves
Santo que la Iglesia nos ayudará a vivirlo mucho más intensamente.
Todos estos días podremos
fijar nuestra mirada en la persona de Jesús abandonado en las manos del Padre
en confianza plena y amando hasta el extremo. Contemplemos la Cruz de Jesús en
silencio, dejándonos interrogar en lo más íntimo de nosotros mismos.
Que esta gran semana, que
culminará en la celebración gozosa y radiante de la Pascua, nos ayude a vivirla
con alegría verdadera, la alegría que nace de la presencia de Jesucristo
siempre vivo entre nosotros.
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