En este tercer
domingo de Pascua, el evangelio nos vuelve a presentar algunos de los
discípulos reunidos y como Jesús Resucitado vuelve a hacerse presente en medio
de ellos. Los discípulos se encuentran para realizar una tarea común: pescar, y
aquella noche no pescan nada. Cuando hacen caso de lo que les dice Jesús su pesca
será abundante. Hará falta la colaboración de todos para arrastrar la red a la
orilla de tantos peces como había.
Con Jesús, y
haciendo caso de su Palabra, todo lo que hagamos será eficaz y dará fruto. Sin
Él fácilmente nos podemos equivocar y desanimar. El tiempo de Pascua nos invita
y nos impulsa a fortalecer nuestra fe y nuestra esperanza en la persona de
Jesucristo. Si escuchamos su Palabra reflexionándola en nuestro día a día, si nos
fiamos de Él, si intentamos asimilar y hacer nuestras sus actitudes y
sentimientos, si Jesús va ocupando un lugar importante en nuestra vida... nuestra
“pesca” también será abundante, nuestra colaboración con los demás dará fruto
y, como los discípulos, lo reconoceremos presente en nosotros y en todo lo que nos
rodea: “Sabían bien que era el Señor”.
Que este tiempo
pascual nos ayude de verdad a acercarnos mucho más a Jesucristo y a su Palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario