viernes, 6 de mayo de 2011

JESÚS, COMPAÑERO DE CAMINO

Este domingo la Iglesia nos invita a escuchar y a reflexionar este admirable texto del evangelista san Lucas.
Jesús se hace compañero de camino de los dos discípulos que se dirigen hacia Emaús tristes, desesperanzados y desanimados por la muerte de Jesús. Jesús mismo “se puso a caminar con ellos”. Los acompaña en su itinerario y los invita a hablar, a compartir con Él su tristeza, sus dudas, su desesperanza…
Los dos discípulos están ofuscados y desorientados y Jesús empieza a explicarles las Escrituras para iluminar su oscuridad. Los dos se abren plenamente a la Palabra explicada por Él y, poco a poco, las tinieblas y las dudas de su corazón se van disipando e iluminando.
Cuando parte el pan, los discípulos lo reconocen. No pueden esperar más y se van en aquel mismo momento a comunicar a los demás discípulos que se han encontrado con el Señor Resucitado. Para ellos, su encuentro con Jesús por medio de la Palabra y de la Eucaristía ha sido fuente de gozo y de alegría, y ha devuelto la paz a sus corazones. No pueden hacer otra cosa que anunciarlo a los hermanos y ser testigos convencidos y entusiastas.
Cuando nosotros caminamos tristes y desanimados por las diversas circunstancias de la vida, Jesús se encuentra a nuestro lado compartiendo nuestra ruta. Ojalá que nuestros ojos y nuestros corazones lo sepan reconocer para poder hacer reavivar en nosotros la ilusión y la esperanza.
Con este ánimo, sigamos viviendo este hermoso tiempo pascual.

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