
“Aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, vosotros en mí y yo en vosotros”. Por la fe sabemos que Jesús resucitado está con el Padre, y también en nosotros. Para que esta fe sea cada vez más madura y llena de convicción debemos “guardar sus mandamientos”: acoger el evangelio, reflexionarlo, vivirlo. Y no como una tarea pesada o impuesta, sino como una respuesta resuelta y dichosa a la invitación que nos hace el mismo Jesús: “Si me amáis…”
Que estos días que faltan para acabar el tiempo pascual nos ayuden a ir reconociendo y valorando del don del Espíritu Santo dentro de nosotros, con el fin de que podamos celebrarlo con gozo el domingo de Pentecostés que ya se va acercando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario