Hemos llegado al último domingo de Adviento, a las puertas
de Navidad. Esta última semana toda la liturgia nos empieza a adentrar en el
Misterio que dentro de muy pocos días celebraremos. En este cuarto domingo, el
evangelio nos presenta las figuras de Maria y de José. Hace dos semanas
contemplamos la disponibilidad de Maria, su apertura y entrega. Hoy se añade la
persona de José.
José se encuentra inmerso en la incertidumbre y la
oscuridad, y será escuchando la voz de Dios y dejándose guiar por Él que encontrará
el sentido de su misión y responderá con generosidad y fidelidad a lo que Dios le
pide.
Muchas veces también nosotros andamos desorientados,
rodeados por numerosas dudas y sin ver nada. Pero, tal como nos asegura el
evangelio de este domingo, “Dios está con
nosotros” y de varias formas quiere hacerse notar en nuestra vida para
ayudarnos a caminar hacia andar la esperanza y la paz.
Terminemos de recorrer
estos pocos días que nos faltan del tiempo de Adviento para llegar a la gran
solemnidad de la Navidad con la mirada puesta en Jesús que siempre está a
nuestro lado.
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