viernes, 17 de abril de 2015

LA PAZ DE JESÚS

Llegamos al tercer domingo de Pascua. Como los dos domingos anteriores, el evangelio nos presenta a Jesús con los discípulos manifestándose a ellos Vivo y Resucitado. A los discípulos no les fue fácil reconocer a Jesús, y varias veces, como nos pasa a nosotros, se vieron rodeados por las dudas, por el miedo y por la incertidumbre. Pero Jesús los ofrece constantemente su Paz: “Paz a vosotros”, que es como decir: os ofrezco mi consuelo, mi fuerza, mi alegría, mi amistad, mi amor... y, en definitiva, mi presencia.
Jesús nos hace el don de Él mismo, como el Amigo que nos acompaña en nuestra ruta y que siempre se encuentra a nuestro lado para apoyarnos, fortalecernos, animarnos... a pesar de que nos sentimos débiles y limitados.
Que, como los discípulos, también nosotros sepamos acoger la Paz de Jesús, sepamos acogerlo a Él mismo en lo más íntimo de nuestra persona y podamos con nuestra vida comunicarlo a los demás.
Con esta apertura, ¡sigamos viviendo la alegría de la Pascua!

No hay comentarios:

Publicar un comentario