miércoles, 19 de noviembre de 2014

UNIDOS EN LA ORACIÓN



Siguiendo nuestra ruta por los diferentes pasos de la celebración de la Eucaristía, llegamos a la oración universal, inmediatamente después de recitar juntos el Credo.
La oración universal tiene el objetivo de tener en cuenta los anhelos, los deseos, las necesidades, las alegrías, las dificultades... de todos los hermanos y hermanas del mundo y de presentarlas ante Dios. Él, que nos conoce y nos ama mucho más de lo que podemos pedir y entender, sabe qué es lo que hay en el corazón de cada una de las personas y lo que es mejor para nosotros. Pero, en la celebración de la Eucaristía, en nombre de todos los hermanos y hermanas del mundo, y en unión con ellos, ponemos ante el Señor todo aquello por lo cual queremos orar.
Por eso en la oración entran todas las realidades que nos rodean: nuestro mundo, la sociedad donde nos encontramos inmersos, la Iglesia, las personas que conocemos y que no conocemos, nosotros mismos...
Es un momento en que, junto con toda la asamblea reunida, oramos juntos por todo y por todo el mundo, con la certeza de que somos escuchados por Dios y que Él siempre actúa con amor y bondad.

Con la oración universal concluye la primera parte de la Eucaristía: la liturgia de la Palabra. Después del paréntesis del tiempo de Adviento y Navidad, seguiremos adentrándonos en la celebración con el comentario de la segunda parte: la liturgia de la Eucaristía. ¡Os  esperamos!

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