Vamos caminando durante este tiempo de Pascua y llegamos al Vº domingo. Esta
semana el evangelio nos ofrece un texto precioso. Jesús usa una imagen por
hacernos llegar su mensaje: la vid y los sarmientos. Muchas veces hemos visto
por nuestros campos la figura de la vid que, pese a sus aparentes ramas secas y
sin vida, empieza a sacar hojas verdes y, más adelante, el preciado fruto de la
uva. Es cierto que, para llegar a dar fruto los sarmientos han de estar bien
unidos a la vid, de lo contrario, se secan del todo.
Jesús nos quiere decir con esto que hace falta que estemos bien unidos a
Él si queremos que nuestra vida tenga sentido y si queremos dar lo mejor de
nosotros mismos. Es el deseo del mismo Jesús: que vivamos unidos a Él para que podamos
crecer de verdad como personas, como creyentes, como seguidores suyos.
¿Qué quiere decir vivir unidos a Jesús? Vivir unidos a Él quiere decir
escucharlo en su Palabra, considerarlo como un amigo que nunca nos fallará, saber
que está siempre a nuestro lado, abrirnos a su amor, a su ternura, a su amistad...
y, si lo vivimos, anunciémoslo a aquellos que todavía no lo acaban de
descubrir.
Nuestra vida se llenará de sentido si vivimos
unidos de verdad a Jesús, esto nos ayudará también a vivir unidos a quienes nos
rodean.
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