martes, 22 de diciembre de 2009

NAVIDAD: DIOS CON NOSOTROS



Después de recorrer las cuatro semanas del tiempo de Adviento, hemos llegado finalmente a la solemnidad de la Navidad. En estos días, los que participaremos en la liturgia, escucharemos diversos relatos del misterio de la Navidad narrados por diferentes evangelistas. Escucharemos la narración sencilla, entrañable y siempre nueva de san Lucas que nos cuenta el nacimiento de Jesús en Belén, y también el maravilloso y profundo himno de san Juan que nos presenta a la persona de Jesús con el Padre desde toda la eternidad y que, en un momento determinado de la historia, se hizo como uno de nosotros.
El mensaje es el mismo, cada narración nos quiere dar a entender y valorar esta realidad: Dios se ha hecho tan próximo a nosotros que nos ha dado el regalo de su Hijo. Este Jesús que vemos hecho niño, pequeño como uno de nosotros, es el mismo que viene a nuestro encuentro en la celebración de la Eucaristía y que se nos entrega del todo, con esta mirada tenemos que contemplarle.
Los pastores que reciben el anuncio del ángel simbolizan a todas aquellas personas sencillas y humildes que son sensibles a acoger a Dios en su interior, y que saben corresponder con amor y con entrega hacia Él y hacia los demás.
Celebrar la Navidad es celebrar la manifestación de Dios a todas las personas y su cercanía hacia todas las personas.
Intentemos vivir la Navidad con María, la madre de Jesús y, como ella, ver en Jesús al enviado del Padre que viene a llenar nuestros vacíos y a saciar nuestra sed de infinito.


Desde aquí os deseamos una feliz Navidad y os invitamos a ver los pesebres de nuestro monasterio. ¡FELIZ NAVIDAD!

viernes, 18 de diciembre de 2009

"DICHOSA TÚ, QUE HAS CREÍDO"


Está finalizando el tiempo de Adviento y nos hallamos a las puertas de la Navidad. El evangelio de esta semana nos presenta a María que visita a su prima Isabel. Cuando Isabel oye el saludo de María le dice: “¡Dichosa tú, que has creído!”.
María es dichosa, llena de grandeza, porque ha acogido la Palabra, la ha guardado, se ha adherido a ella; es bienaventurada por su fe, por su Sí confiado e incondicional a Dios y a sus designios. María es bendita porque, a través de ella, Jesús pudo venir a nosotros.
También nosotros podemos participar de la felicitación de María si hacemos nuestras sus actitudes: si hay en nosotros apertura y docilidad a la Palabra, si la acogemos, la reflexionamos y dejamos que ella sea nuestra compañera de camino intentando descubrir lo que Dios nos quiere decir en cada momento.
Si vivimos así podremos acercarnos al misterio de Navidad con apertura, disponibilidad, sencillez, un poco al estilo de Maria. Y como ella, también nosotros seremos portadores de Jesús donde estemos o vayamos.Isabel se alegra llena de gozo y exclama: “¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?”. Este gozo de Isabel es también nuestro: ¡el mismo Señor con nosotros! ¡Abrámosle nuestro corazón, escuchémosle, alabémosle… en esta Navidad!

viernes, 11 de diciembre de 2009

¿QUÉ HACEMOS NOSOTROS?


Nos encontramos ya en el tercer domingo de Adviento, poco a poco nos vamos aproximando a la Navidad. El mensaje del evangelio de hoy es muy claro. La gente que ha escuchado la predicación de Juan Bautista se ha sentido interpelada en su interior, algo les ha conmovido y pregunta a Juan: “¿Qué hacemos nosotros?”.
Las respuestas de Juan Bautista son claras y sencillas: compartir con los que no tienen, respetar a los demás, tratarlos bien… en definitiva, hacer el bien a los que nos rodean según nuestras posibilidades, y amar sinceramente.
Si obramos así estamos verdaderamente “abriendo los caminos al Señor” porque es una forma de darlo a conocer a los demás.
Dice también el evangelio que “El pueblo estaba en expectación”; la gente vivía atenta y vigilante esperando al Mesías anunciado. También nosotros podemos vivir con esta actitud, atentos a lo que el Señor nos quiera pedir en cada momento de nuestra vida. Esta es una forma de esperarlo y de mantenernos ilusionados para vivir en profundidad el próximo misterio de la Navidad.

Sigamos recorriendo el camino del Adviento con alegría.

viernes, 4 de diciembre de 2009

PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR


En el evangelio de este segundo domingo de Adviento resuena esta llamada: “Preparad el camino del Señor”. En un tiempo histórico muy concreto, tal como nos indica el principio del texto, Dios dirige una invitación a Juan Bautista: “Vino la palabra de Dios sobre Juan, en el desierto”. Juan es enviado para despertar en sus contemporáneos el deseo y la sed de Dios, es llamado para anunciarles que llega un tiempo de cambio y de esperanza para todos e invita a la gente a convertirse, es decir, a cambiar, a renovar sus actitudes.
También hoy esta invitación se dirige a cada uno de nosotros, es necesario que abramos en nuestro interior el camino del Señor, que significa quitar obstáculos e impedimentos que nos dificultan escuchar su Palabra y nos impiden saber qué es lo que Dios quiere de nosotros. Si de verdad lo intentamos, si nos esforzamos a abrir nuestro corazón, nuestros “montes” inconvenientes, miedos, pesimismos, desánimos… “descenderán”, y las “colinas”, nuestros obstáculos y dificultades se convertirán en valles dejando paso al Señor y a lo que Él quiera de nosotros.
Animémonos a seguir recorriendo el camino del Adviento para que esta travesía nos ayude a acercaros más a Dios, a los demás y a ser más testimonios de Jesucristo en nuestro ambiente.

viernes, 27 de noviembre de 2009

MANTENEOS EN VELA


Domingo empieza el Adviento y en muchas de nuestras iglesias podremos ver, en un lugar destacado, la CORONA DE ADVIENTO: cuatro cirios de los cuales cada semana se encenderá uno para indicar las cuatro semanas de Adviento. La luz se va haciendo cada vez más intensa hasta llegar a la verdadera Luz de la Navidad, que es Cristo.

En el evangelio de este primer domingo, Jesús exhorta a sus discípulos y a cada uno de nosotros a “levantarse”, a “alzar la cabeza”. No es una invitación a tener miedo, al contrario. Es una recomendación a estar preparados, a velar con expectación, como quien espera un acontecimiento que lo ilusiona mucho o como quien espera a la persona amada. Jesús nos invita a esperarlo a Él mismo; llama a nuestra puerta de muchas maneras y con diversos medios, hasta que un día nos llamará definitivamente para estar siempre con Él. Con esta actitud, Jesús nos pide que estemos siempre preparados para cuando venga a nuestro encuentro, para cuando quiera comunicarse con nosotros. Cada día vamos al encuentro del Señor y cada día lo podemos dar a conocer a alguien y esto es realmente “alzar la cabeza”.
Deseamos a todos y a cada uno de vosotros que este Adviento sea vivido con el gozo y la alegría de la espera. ¡Empecemos con ilusión el recorrido a través de estas cuatro semanas!

martes, 24 de noviembre de 2009

LLEGA EL ADVIENTO


El domingo que viene empieza el tiempo de Adviento, cuatro semanas que nos ayudarán a prepararnos para la ya cercana Navidad.
El Adviento nos invita a despertar y a alimentar nuestro sentido de la esperanza cristiana con la ayuda de los textos bíblicos que cada día, y especialmente en cada uno de estos cuatro domingos, leeremos en la liturgia y en la celebración de la Eucaristía.
El Señor viene y nosotros vamos hacia Él, hasta que nos encontraremos con Él definitivamente. Navidad será un preludio de este encuentro con Dios.
María, la Madre de Jesús, es el modelo de esta espera gozosa y confiada.
Os invitamos, a lo largo de estas cuatro semanas, a hacer el recorrido por los textos del evangelio del domingo, que nos irán conduciendo hasta la Navidad, y a penetrar un poco más en su sentido.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

DÓNDE ESTAMOS

Muchos de vosotros nos decís que no encontráis nuestro monasterio. Por ello os adjuntamos este plano para indicaros dónde estamos. Lo podéis ampliar clicando encima de la imagen. El monasterio, como podéis ver, se halla situado cerca del Santuario de la Virgen de Misericordia. Dejad el Santuario atrás y girad hacia la izquierda siguiendo la dirección de las flechas o bien girando en el segundo cruce a la izquierda.
Esperamos que esto os ayude a situaros.

jueves, 12 de noviembre de 2009

SEGUIMOS HABLANDO DE FRATERNIDAD




Hay una expresión en los escritos de Clara que es reveladora de la realidad de la fraternidad: “las hermanas que Dios me había dado”. Las hermanas, los hermanos, son un don de Dios para llevar a término el proyecto de vida al cual hemos sido llamados. El primer hermano por excelencia es Jesucristo y, después, las demás hermanas.
La fraternidad es un don pero también una tarea para realizar y construir día tras día; la fraternidad es un aprendizaje. Tenemos que aprender a ser hermanos y hermanas.
Todas las hermanas están implicadas en el buen funcionamiento de la comunidad y todas tienen la responsabilidad de ayudar a que el monasterio funcione bien. La fraternidad de Clara se tiene que concretar en una serie de actos y de actitudes determinadas para que se pueda encarnar y hacer realidad en la vida cotidiana. Una comunidad de hermanas ha de garantizar la igualdad, junto con un amor y aprecio verdaderos, y ofrecer una posibilidad de relaciones ricas y humanas entre sus miembros.
El hecho de que las hermanas estén unidas por un mismo proyecto de vida no borra las diferencias individuales, y se tiene que tener en cuenta que habrá conflictos y faltas inevitables. Todo esto ha de contribuir a la construcción de la fraternidad, no ha de frenar su progreso y evolución. La fraternidad es un don pero también es una misión. No se trata sólo de vivir juntas bajo un mismo techo, sino de ponerlo todo en común, compartir toda la vida. Y no es necesario buscar la uniformidad sino la comunión en la diversidad.
La fraternidad se alimenta sobre todo de la Palabra y de la oración. Toda fraternidad ha de ser una comunidad orante. Sin la apertura diaria a Dios y a su Palabra no es posible la vivencia de este ideal. También es en un clima de auténtica fraternidad donde se podrá vivir radicalmente el evangelio, la pobreza, todo este estilo de vida por el cual tanto lucharon Francisco y Clara, porque todos los hermanos y hermanas caminan unidos hacia un mismo ideal.

lunes, 2 de noviembre de 2009

UN PARÉNTESIS


Un paréntesis en nuestra vida es lo que hemos vivido esta pasada semana todas las hermanas de la comunidad. Desde el domingo por la tarde hasta el sábado al mediodía hemos tenido una semana de ejercicios espirituales. ¿Qué significa esto? Es sencillamente una semana con más tiempo de oración, de reflexión, de silencio... para fortalecer nuestra relación con Dios y con los hermanos; una semana para encontrarnos con nosotras mismas y con Dios.
Pablo Redondo, franciscano, nos ha acompañado a lo largo de estos días con sus charlas por la mañana y por la tarde. Nos ha ido guiando maravillosamente por el evangelio de san Juan de forma que, a medida que iban pasando los días, hemos podido sumergirnos en cada uno de los capítulos de este evangelio, comprenderlo mucho más y hacerlo nuestro a partir de los ratos de silencio y de reflexión. Ha sido un “viaje” fascinante por las páginas del evangelio que, con toda certeza, nos ha ayudado a todas a profundizar en la persona de Jesús y a ver reflejada en él nuestra propia vida. Una semana que nos ha dado alas para seguir con más ilusión nuestra vida. Después de este paréntesis, continuamos con nuestro quehacer diario pero queremos compartir con todos y todas la que nos leeréis nuestro gozo por un tiempo que hemos disfrutado a fondo.

lunes, 26 de octubre de 2009

LA FRATERNIDAD


Otra de las características importantes y básicas de nuestra espiritualidad es la fraternidad. Pero, ¿qué quiere decir y qué entendemos por fraternidad?
Francisco y Clara de Asís dan un gran valor a los hermanos y hermanas que viven con ellos. Descubren que Dios es Padre de todos y que tenemos que amarnos verdaderamente como hermanos de una misma familia.
Tanto Francisco como Clara son conscientes que en una comunidad todas las persones son diferentes, con cualidades y formas de ser diversas que no se pueden evitar, pero lo que une a las personas por encima de todo es Jesucristo, sobre esta base se tiene que construir la convivencia alegre y gozosa con los demás, a pesas de la pluralidad de caracteres.
Querer vivir una auténtica fraternidad tuvo en la vida de Francisco y de Clara unas consecuencias muy concretas que siguen teniendo vigencia en las comunidades que actualmente queremos seguir sus pasos.
Es en Clara especialmente, por vivir en una comunidad cerrada, en un monasterio, donde los numerosísimos detalles en el momento de vivir la fraternidad son más significativos. Iremos viendo algunos de ellos.
En los monasterios de la Edad Media, el abad o la abadesa mantenían un poder sobre los monjes o monjas al estilo de la estructura de la sociedad feudal: ellos eran los señores y los otros eran sus súbditos; en la comida, en el vestido eran también completamente diferentes. En un momento histórico en el cual la mujer no contaba para nada, Clara propone y vive un modelo de comunidad donde todas las hermanas son iguales, no hay ninguna diferencia entre ellas y donde la abadesa ha de ser la sierva de todas las demás. La igualdad es, por lo tanto, el primer paso para que se dé una auténtica fraternidad. Actualmente esto puede parecer normal pero no era así en aquella época. En un mundo donde es tan fácil hacer diferencias entre unos y otros, queremos que nuestras comunidades sean signo de unidad y de igualdad entre todos sus miembros.

lunes, 19 de octubre de 2009

LA OTRA CARA DE LA POBREZA


La pobreza que viven san Francisco y santa Clara va más lejos que la pobreza material; su pobreza es también interior. Os lo explicamos: la pobreza interior es vivir, como Jesús, en una permanente actitud de abandono a las manos de Dios, reconocer la propia pequeñez con la certeza de que Dios lo es todo, abandonar toda seguridad material y humana para vivir con una seguridad plena en las manos de Dios.
Ser pobres interiormente es también no retener los dones que Dios nos ha dado sino ponerlos al servicio de todos, no querer e­jercer una relación de dominio sobre los demás.
La pobreza es un elemento esencial de la vocación de Francisco y de Clara, una pobreza que han visto encarnada en Je­sucristo y que quieren vivir con todas las consecuencias. Pero no tenemos que pensar que para ellos ser y vivir pobres sea simplemente una renuncia a cosas y un desprecio de los bienes materiales, antes al contrario, para ellos ser pobres es preferir un bien superior y dejar otros bienes inferiores, es vivir libre de dependencias para vivir orien­tados hacia el Único Bien Supremo, que es Dios.
Esto es lo que queremos hacer presente y actual en nuestras comunidades.
Ante personas que han vivido -o que intentan vivir- así, podemos preguntarnos: ¿Qué quiere decir para mí ser pobre? ¿Soy consciente de que tengo unos dones que Dios me ha dado y que no me los puedo apropiar? ¿Sé poner mis cualidades y todo lo que tengo al servicio de los demás?

sábado, 10 de octubre de 2009

LA POBREZA


Hemos ido viendo como san Francisco y santa Clara hicieron una opción de vivir según el evangelio. Conociendo y mirando a Jesús en sus palabras y acciones, se dieron cuenta de la preferencia de Jesús hacia los más pequeños y débiles, hacia los que la sociedad de aquel momento más rechazaba y marginaba, en definitiva, su preferencia por los pobres. Y en el evangelio vieron todavía mucho más: que el mismo Jesús vivió pobre; pobre en primer lugar de ri­quezas y bienes materiales pero, sobretodo, pobre porque quiso hacerse como uno de nosotros y renunció a todo privilegio como Dios que era.
La pobreza de Jesucristo cautiva a Francisco y a Clara y así, esta pobreza será el supremo ideal que dará sentido a toda su vida. Para ellos, la pobreza, en un momento en que la Iglesia era totalmente acomodada, no es simplemente solidarizarse con los pobres sino vivir desprendidos de todo al estilo de Jesucristo.
Ellos en la pobreza ven la libertad de aquel que no tiene obstáculos en su camino hacia Dios; es necesario usar los bienes materiales de manera que no frenen la entrega a Dios y el servicio de los hermanos. Así, Francisco y Clara y los hermanos y hermanas que pronto les seguirán, no quieren poseer nada propio, lo que tienen se ha de compartir con los más pobres y no apropiárselo para uno mismo. El estilo de vida que Francisco y Clara abrazan es el de ponerse al nivel de la gente sencilla que no tiene seguridades ni disfruta de una abundancia de bienes materiales.Hoy, en medio de un mundo que está acomodado e instalado y donde las posesiones materiales se valoran por encima de todo, las clarisas intentamos vivir una vida austera y sencilla, y compartir con los demás lo que tenemos.

viernes, 2 de octubre de 2009

FIESTA DE SAN FRANCISCO


El día 4 de octubre clarisas y franciscanos celebramos la fiesta de nuestro fundador: san Francisco de Asís. Aquí en el blog hemos visto un poco como vivió, cual fue el ideal de su vida y seguiremos profundizando en estos aspectos progresivamente.
Ahora os queremos hacer partícipes de nuestro gozo en este día tan importante y festivo para nosotras. Celebrar el día de san Francisco es recordar y hacer presente su manera de vivir, su seguimiento de Jesucristo, su pasión por el evangelio... para que hoy sepamos hacer propio este estilo de vida, adaptado a nuestros tiempos pero siempre nuevo y actual.
Con el fin de celebrarlo, la vigilia de la fiesta, el sábado día 3 tendremos en la iglesia de nuestro monasterio la celebración de las primeras Vísperas a las 7 de la tarde. El domingo día 4 celebraremos la Eucaristía a las 12.30 del mediodía y terminaremos la fiesta con las segundas Vísperas a las 7.30 de la tarde. Las puertas están abiertas para todo el mundo, todos y todas estáis invitados a acompañarnos.

lunes, 28 de septiembre de 2009

VIVIR EL EVANGELIO


Cuando en los días anteriores presentábamos las figuras de Francisco y de Clara de Asís, decíamos que hicieron una opción de vivir el evangelio con radicalidad, y que esta vivencia sería el fundamento de todo su estilo de vida.
Pero, ¿qué quiere decir vivir el evangelio? ¿qué entendían ellos por una vivencia radical del evangelio de Jesús? Intentaremos responder a estos interrogantes y explicar qué quiere decir vivir fundamentados en el evangelio.
Si queremos vivir el evangelio, lo primero que tenemos que hacer es leerlo una y otra vez, reflexionar sobre lo que hemos leído, dejarnos interpelar por los gestos y actitudes de Jesús que vemos en el texto, hacer oración con ellos y sólo entonces podremos hacer una determinación de querer construir nuestra vida sobre la base sólida del evangelio, y nuestras actitudes y sentimientos irán siendo cada vez más semejantes a los de Jesucristo. Esto es lo que hicieron Francisco y Clara de Asís.
Ambos fueron oyentes asiduos del evangelio, lo reflexionaron en la soledad y en el silencio, y en él descubrieron a la persona de Jesús, que los cautivó y animó a vivir de otra forma, a vivir como Él. A partir de entonces, este fue su supremo ideal, el centro y la razón de ser de su compromiso de vida.
El evangelio fue la forma de vida que ambos escogieron para ellos y que después transmitieron al grupo de hermanos y de hermanas que se les unirán. Es un reto para nosotros, sea cual sea el lugar donde nos encontremos, en medio de un mundo tan disgregado, intentar vivir según los valores evangélicos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

DIA 24 DE SEPTIEMBRE





Cada año, el día 24 de septiembre, celebramos la inauguración de nuestro monasterio y la dedicación de nuestra iglesia, es decir, el hecho de que nuestra iglesia sea un lugar dedicado para siempre a la celebración diaria de la Eucaristía, a la alabanza a Dios, a la acción de gracias… en definitiva, a la oración.
Es un motivo de gozo para todas nosotras conmemorar este acontecimiento. Este año nuestro monasterio cumple 26 años. Veintiséis años a lo largo de los cuales las hermanas clarisas hemos ido actualizando el carisma de san Francisco y santa Clara de Asís. Las hermanas que vivieron todo el proceso de edificación del edificio recuerdan con alegría todos sus afanes y esfuerzos en el momento de llevar a cabo la construcción. Las hermanas que hemos llegado posteriormente a la comunidad compartimos también esta alegría y el gozo de ver que la presencia de la comunidad de clarisas ha ido creciendo y perdurando a lo largo del tiempo.

Os invitamos a unirnos a nuestro gozo, a nuestra acción de gracias, con la seguridad de que, desde este monasterio, nuestra oración llega a todos y a cada uno de vosotros.

jueves, 17 de septiembre de 2009

IMPRESIÓN DE LOS ESTIGMAS


Hoy, día 17 de septiembre, clarisas y franciscanos celebramos la fiesta de la impresión de los estigmas de san Francisco. El año 1224, Francisco, que a lo largo de su vida siempre había vivido el evangelio con toda radicalidad y siempre se había identificado con la persona de Jesucristo, se retiró unos días, en un clima de silencio y de oración, en una montaña alta y escarpada de Italia llamada Alverna. Allí, el día 14 de septiembre, Dios le hizo el don de marcar en sus manos y pies las mismas heridas de Jesús en la cruz, así como también la herida del costado derecho ocasionada por la lanzada.
Des de entonces, Francisco llevó en su cuerpo estas marcas, de las cuales brotaba frecuentemente sangre. Al cabo de dos años, en 1226, Francisco moría. Se había identificado tanto con Jesús a lo largo de su vida y había vivido asemejándose tanto a Él que incluso se le asemejó exteriormente.
Esta es la fiesta que hoy celebramos, con el ánimo de que el ejemplo de Francisco nos ayude a vivir a nosotras identificadas cada vez más con Jesucristo.

lunes, 14 de septiembre de 2009

SANTA CLARA DE ASÍS


El 1193 nace también en Asís, en una familia noble y rica, Clara. Cuando es más mayor, ve y admira como viven Francisco y sus hermanos y ella desea también vivir así. Después de hablar algunas veces a escondidas con Francisco, se decide a los 18 años, a escaparse de su casa y compartir la misma vida que ellos. Y así lo hace. Francisco busca para Clara un pequeño convento a las afueras de su ciudad, y allí vivirá un estilo de vida pobre y sencillo, dedicado a la oración, al trabajo y a la convivencia fraterna con todas las jóvenes que en seguida se unirán a ella. A diferencia de Francisco y sus compañeros, Clara y sus hermanas no van por los pueblos y aldeas anunciando el evangelio, sino que en su vida tiene un lugar primordial la oración.
Francisco y Clara han vivido así porque siempre han tenido la inquietud de buscar a Dios y de escuchar su Palabra, que los ha guiado e iluminado en todas las etapas de su vida. Ni Francisco ni Clara nos dejaron ningún tratado sobre la oración, ni utilizaron ningún méodo concreto, pero gracias a los pocos escritos que nos legaron podemos ver que realmente fueron unas personas de una profunda e íntima relación con Dios.
Hoy, al cabo de ocho siglos, el estilo de vida por el cual optaron san Francisco y santa Clara sigue siendo vivo y actual. Poco a poco, iremos viendo las características más propias de su espiritualidad y como pueden ser hoy para nosotros unos maestros de nuestro camino de búsqueda de Dios.

martes, 8 de septiembre de 2009

SAN FRANCISCO DE ASÍS


Hoy presentamos la figura de san Francisco de Asís. Nace el 1182, en el seno de una familia burguesa. Su ilusión siempre fue la de llegar a ser un gran caballero. Y lo intentó; pero participó en una guerra, cayó enfermo y fue hecho prisionero. Una vez conseguida la libertad y regresado a su casa, empezó a reflexionar. Lo que tanto ambicionaba no le haría feliz. Francisco fue tomando conciencia de que Dios lo llamaba a algo muy concreto: a vivir el evangelio con toda radicalidad, a anunciarlo a los demás, llevando una vida de total pobreza, en contraste con el estilo de vida que imperaba en aquel momento. Francisco dejó la casa paterna y el negocio que tenían y se trasladó a un pequeño convento que había en las afueras de Asís. Muy pronto se unieron a él numerosos compañeros que también querían vivir esta misma vida. Vivían en comunidad, como hermanos de una misma familia. Su vida era sencilla y pobre, pero radical: cuidaban de los leprosos que vivían apartados de la ciudad, oraban juntos, buscaban a Dios y anunciaban el evangelio por las aldeas de los alrededores. Esta forma de vida contrastó muchísimo con la que se llevaba en aquel momento como, con toda certeza, ocurriría actualment, en nuestro tiempo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

SAN FRANCISCO Y SANTA CLARA


Las hermanas clarisas fuimos fundadas por san Francisco y santa Clara, ambos de la ciudad de Asís (Italia). Vivieron en el siglo XII, en plena Edad Media y ambiente feudal, una época complicada pero también rica y fecunda. Poco a poco, iremos dando a conocer los rasgos de su personalidad, qué hicieron, cómo viveron... para que ello nos ayude también a nosotros, en el lugar donde estamos y vivimos. Os invitamos a seguir sus pasos en este blog.
San Francisco y santa Clara supusieron una ruptura con la forma de vida de su tiempo. Ante una Iglesia que era acomodada y que se había ido alejando del evangelio, ellos proponen un modelo de vida de radical seguimiento de Jesucristo, una vivencia profunda del evangelio, y todo ello vivido en pobreza, en fraternidad y en oración, junto con los hermanos y hermanas que enseguida se unieron a ellos. Lo que vivieron y enseñaron, es lo que intentamos vivir en la actualidad las hermanas clarises esparcidas por todo el mundo.

martes, 25 de agosto de 2009

FIESTA DE SANTA CLARA




Las hermanas clarisas de Reus celebramos la fiesta de nuestra madre fundadora, santa Clara de Asís, el día 11 de agosto. Preparamos la fiesta con una gran ilusión para que todo salga con la máxima solemnidad.
Empezamos con una novena a santa Clara del día 1 al 9 de agosto. El día 10, la vigilia de la fiesta, tenemos la celebración del Tránsito, un acto litúrgico donde se conmemora la muerte de santa Clara y que no es tan conocido por la gente, pero, a pesar de todo, siempre hay alguien que nos acompaña.
El mismo dia de la fiesta, celebramos la Eucaristía a les 7.30 de la tarde. Vino mucha gente más que en los pasados años. Presidió el P. Josep Gendrau, ofm, y con él concelebraron varios sacerdotes, procedentes de Reus y de Montblanc: Mn. Queraltó, Mn Delfí Palau, Mn. Oliver, Mn. Isidre, Mn Jordi Sánchez, el seminarista Jordi y Mn. Josep Mateu como cantor y director de los cantos.
Después de la celebración, fuimos todos en unión de corazón a la plaza del monasterio donde compartimos un refresco. El ambiente, tanto dentro como fuera del templo, era de total alegría y fraternidad.
Alabado seas, Señor, por nuestra hermana Clara, que nos hace el don de congregarnos alrededor de la mesa eucarística para celebrar el misterio Pascual de tu Hijo amado en la solemnidad de santa Clara.

lunes, 17 de agosto de 2009

BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS


Bienvenidos a nuestro blog, que pretende ser un sencillo instrumento para que conozcáis nuestra vida y actividades. Somos la comunidad de hermanas clarisas de Reus, un monasterio situado cerca del Santuario de Misericordia.
Actualmente nuestra comunidad está formada por trece hermanas. La vida comunitaria se fundamenta en la oración, la fraternidad y el trabajo.
El ritmo de cada día se distribuye alrededor de las horas de oración litúrgica comunitaria, el centro de las cuales son los Laudes y las Vísperas. La oración personal, basada en la escucha y la reflexión de la Palabra de Dios, nos ayuda a ir haciendo de Jesucristo el centro de nuestra vida. La Eucaristía es también la celebración céntrica del día donde se comparte la mesa de la Palabra y de la Eucaristía.
La vida de fraternidad es un elemento muy importante de nuestra espiritualidad.

Pretendemos que este blog sea un medio para dialogar, para plantear dudas, interrogantes, inquietudes… y, en definitiva, para compartir con todos aquellos que os acerquéis a él.