Con el domingo de Pentecostés terminamos este camino de cincuenta días
que ha constituido el tiempo pascual. Hoy, en el evangelio y en toda la liturgia
del día, se nos quiere hacer tomar conciencia del gran don del Espíritu.
No es fácil entender el regalo que recibimos con el Espíritu Santo pero nos podemos fijar de qué forma actúa en nosotros.
No es fácil entender el regalo que recibimos con el Espíritu Santo pero nos podemos fijar de qué forma actúa en nosotros.
El Espíritu, don de Jesucristo y del Padre, es nuestro compañero de
camino, es quien nos da la fuerza y la alegría para seguir adelante, es quien
nos protege, quien nos defiende y nos anima en nuestra ruta. El Espíritu es
quien nos permite profundizar en el mensaje de Jesús y nos ayuda a entenderlo y
a vivirlo. El Espíritu es quien nos hace testigos valientes en el lugar y
situación que nos toca vivir. El Espíritu es luz, es guía, es ayuda, es apoyo,
es gozo, es estímulo, es coraje, es paz, es amor…
Por todo esto Jesús nos dice hoy: “Recibid
el Espíritu Santo” ya que, abriéndonos a Él, seremos fuertes y valientes para
vivir nuestro compromiso de seguimiento de Jesús.
Es verdad cuando dejamos que el ESPIRITU SANTO nos guie...sentimos su apoyo, estímulo,paz.
ResponderEliminarEspíritu Santo que mi compromiso de oración me mantenga unida Jesús.