lunes, 26 de octubre de 2009

LA FRATERNIDAD


Otra de las características importantes y básicas de nuestra espiritualidad es la fraternidad. Pero, ¿qué quiere decir y qué entendemos por fraternidad?
Francisco y Clara de Asís dan un gran valor a los hermanos y hermanas que viven con ellos. Descubren que Dios es Padre de todos y que tenemos que amarnos verdaderamente como hermanos de una misma familia.
Tanto Francisco como Clara son conscientes que en una comunidad todas las persones son diferentes, con cualidades y formas de ser diversas que no se pueden evitar, pero lo que une a las personas por encima de todo es Jesucristo, sobre esta base se tiene que construir la convivencia alegre y gozosa con los demás, a pesas de la pluralidad de caracteres.
Querer vivir una auténtica fraternidad tuvo en la vida de Francisco y de Clara unas consecuencias muy concretas que siguen teniendo vigencia en las comunidades que actualmente queremos seguir sus pasos.
Es en Clara especialmente, por vivir en una comunidad cerrada, en un monasterio, donde los numerosísimos detalles en el momento de vivir la fraternidad son más significativos. Iremos viendo algunos de ellos.
En los monasterios de la Edad Media, el abad o la abadesa mantenían un poder sobre los monjes o monjas al estilo de la estructura de la sociedad feudal: ellos eran los señores y los otros eran sus súbditos; en la comida, en el vestido eran también completamente diferentes. En un momento histórico en el cual la mujer no contaba para nada, Clara propone y vive un modelo de comunidad donde todas las hermanas son iguales, no hay ninguna diferencia entre ellas y donde la abadesa ha de ser la sierva de todas las demás. La igualdad es, por lo tanto, el primer paso para que se dé una auténtica fraternidad. Actualmente esto puede parecer normal pero no era así en aquella época. En un mundo donde es tan fácil hacer diferencias entre unos y otros, queremos que nuestras comunidades sean signo de unidad y de igualdad entre todos sus miembros.

lunes, 19 de octubre de 2009

LA OTRA CARA DE LA POBREZA


La pobreza que viven san Francisco y santa Clara va más lejos que la pobreza material; su pobreza es también interior. Os lo explicamos: la pobreza interior es vivir, como Jesús, en una permanente actitud de abandono a las manos de Dios, reconocer la propia pequeñez con la certeza de que Dios lo es todo, abandonar toda seguridad material y humana para vivir con una seguridad plena en las manos de Dios.
Ser pobres interiormente es también no retener los dones que Dios nos ha dado sino ponerlos al servicio de todos, no querer e­jercer una relación de dominio sobre los demás.
La pobreza es un elemento esencial de la vocación de Francisco y de Clara, una pobreza que han visto encarnada en Je­sucristo y que quieren vivir con todas las consecuencias. Pero no tenemos que pensar que para ellos ser y vivir pobres sea simplemente una renuncia a cosas y un desprecio de los bienes materiales, antes al contrario, para ellos ser pobres es preferir un bien superior y dejar otros bienes inferiores, es vivir libre de dependencias para vivir orien­tados hacia el Único Bien Supremo, que es Dios.
Esto es lo que queremos hacer presente y actual en nuestras comunidades.
Ante personas que han vivido -o que intentan vivir- así, podemos preguntarnos: ¿Qué quiere decir para mí ser pobre? ¿Soy consciente de que tengo unos dones que Dios me ha dado y que no me los puedo apropiar? ¿Sé poner mis cualidades y todo lo que tengo al servicio de los demás?

sábado, 10 de octubre de 2009

LA POBREZA


Hemos ido viendo como san Francisco y santa Clara hicieron una opción de vivir según el evangelio. Conociendo y mirando a Jesús en sus palabras y acciones, se dieron cuenta de la preferencia de Jesús hacia los más pequeños y débiles, hacia los que la sociedad de aquel momento más rechazaba y marginaba, en definitiva, su preferencia por los pobres. Y en el evangelio vieron todavía mucho más: que el mismo Jesús vivió pobre; pobre en primer lugar de ri­quezas y bienes materiales pero, sobretodo, pobre porque quiso hacerse como uno de nosotros y renunció a todo privilegio como Dios que era.
La pobreza de Jesucristo cautiva a Francisco y a Clara y así, esta pobreza será el supremo ideal que dará sentido a toda su vida. Para ellos, la pobreza, en un momento en que la Iglesia era totalmente acomodada, no es simplemente solidarizarse con los pobres sino vivir desprendidos de todo al estilo de Jesucristo.
Ellos en la pobreza ven la libertad de aquel que no tiene obstáculos en su camino hacia Dios; es necesario usar los bienes materiales de manera que no frenen la entrega a Dios y el servicio de los hermanos. Así, Francisco y Clara y los hermanos y hermanas que pronto les seguirán, no quieren poseer nada propio, lo que tienen se ha de compartir con los más pobres y no apropiárselo para uno mismo. El estilo de vida que Francisco y Clara abrazan es el de ponerse al nivel de la gente sencilla que no tiene seguridades ni disfruta de una abundancia de bienes materiales.Hoy, en medio de un mundo que está acomodado e instalado y donde las posesiones materiales se valoran por encima de todo, las clarisas intentamos vivir una vida austera y sencilla, y compartir con los demás lo que tenemos.

viernes, 2 de octubre de 2009

FIESTA DE SAN FRANCISCO


El día 4 de octubre clarisas y franciscanos celebramos la fiesta de nuestro fundador: san Francisco de Asís. Aquí en el blog hemos visto un poco como vivió, cual fue el ideal de su vida y seguiremos profundizando en estos aspectos progresivamente.
Ahora os queremos hacer partícipes de nuestro gozo en este día tan importante y festivo para nosotras. Celebrar el día de san Francisco es recordar y hacer presente su manera de vivir, su seguimiento de Jesucristo, su pasión por el evangelio... para que hoy sepamos hacer propio este estilo de vida, adaptado a nuestros tiempos pero siempre nuevo y actual.
Con el fin de celebrarlo, la vigilia de la fiesta, el sábado día 3 tendremos en la iglesia de nuestro monasterio la celebración de las primeras Vísperas a las 7 de la tarde. El domingo día 4 celebraremos la Eucaristía a las 12.30 del mediodía y terminaremos la fiesta con las segundas Vísperas a las 7.30 de la tarde. Las puertas están abiertas para todo el mundo, todos y todas estáis invitados a acompañarnos.