lunes, 17 de septiembre de 2012

UN REY DE VERDAD

A medida que nos vamos adentrando en el Padre nuestro, vamos penetrando también en el programa de oración de Jesús, un programa y unas actitudes que debemos asimilar todos aquellos que queremos seguirle.

Cuando pedimos “venga a nosotros tu Reino”, ¿a qué Reino nos referimos?, ¿cuál es este Reino?
Antes de penetrar en esta petición, veamos cuál era el concepto de Rey y de Reino en tiempo de Jesús. La figura del rey siempre tuvo una gran importancia en el pueblo de Israel. Después de haber vivido bajo la autoridad de diferentes reyes y de haber experimentado la durísima etapa del exilio, el pueblo siempre deseó y soñó con un rey ideal. Un rey que los podría conducir y guiar con paz y con rectitud, un rey que no sería abusivo ni dominante, un rey cercano al pueblo... un rey, en definitiva, que los ayudaría a cumplir la Ley y la Alianza de Dios.
Un año tras otro, el pueblo de Israel alimentó este deseo ilusionado. Con Jesús se hizo realidad; Él dio un nuevo talante y un nuevo sentido a esta esperanza del pueblo. Por esto nos anima a pedir al Padre que venga su Reino, lo veremos en la próxima entrada.

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