En este tercer domingo de Adviento, la Iglesia nuevamente nos presenta la figura de Joan Bautista y su gran invitación: “Allanad el camino del Señor”. Podríamos preguntarnos el porqué de esta insistencia a abrir rutas, a allanar caminos…
Los acontecimientos importantes de la vida no los improvisamos sino que los preparamos con cuidado y diligencia. Nuestro encuentro con Jesús, más importante para nosotros de lo que pensamos, también hace falta que la preparemos cuidadosamente: que busquemos ratos por abrirnos a Él y escucharlo en su Palabra, que nos acerquemos a Él en los sacramentos, que nos dirijamos a los hermanos con sinceridad y amor, que dejemos paso en nuestra vida a las actitudes de Jesús... Si hacemos esto descubriremos a Jesús entre nosotros y lo conoceremos.
Jesús siempre se deja encontrar de quienes lo buscan; allanémosle, pues, el camino en nuestro vivir de cada día y abrámonos a Él; es la mejor manera de vivir este Adviento y de prepararnos para la Navidad.
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