viernes, 25 de noviembre de 2011

EL CAMINO DEL ADVIENTO


Estamos a punto de empezar un nuevo Adviento, un nuevo camino de preparación para la celebración de la Navidad. El Adviento es un tiempo de vigilia, de prontitud, de servicio y de esperanza, vivido al estilo de María. Ella es quien nos introduce en este camino con sus actitudes. Como los años anteriores, os invitamos a recorrer con nosotras los textos del evangelio de estos cuatro domingos.

En este primer domingo Jesús nos invita a estar atentos: “Mirad, vigilad”. En nuestra sociedad muchas cosas reclaman nuestra atención de forma estridente y continuada, prometiéndonos una felicidad pasajera, que nunca acaba de llenarnos. Cuando Jesús nos dice: “Mirad, vigilad”, nos está alertando que no vivamos de forma superficial sino que, como María, aprendamos a vivir en nuestro interior, a caminar con Él.

Jesús nos invita a estar atentos a su voz, a su Palabra porque quiere dejarnos captar como nos ama, como nos acoge, como nos perdona y alienta, como nos renueva. Sólo podremos experimentar el amor y la proximidad de Dios si le dejamos espacio en nuestra vida, si nos abrimos sinceramente a Él, que habita en nuestro interior, y escuchamos su Palabra.

De aquí la importancia de las palabras de Jesús: “Con la actitud de vigilia, podré entrar en tu vida renovándola, y llenándola de gozo y plenitud”.

Desde aquí os deseamos un gozoso camino por estas próximas semanas de Adviento hasta llegar a la plenitud de la Navidad.

sábado, 12 de noviembre de 2011

EL CRISTO DE SAN DAMIÁN




Tal y como os habíamos anunciado días atrás, el sábado día 5 proyectamos un audiovisual en nuestra iglesia sobre el Cristo de san Damián, un crucifijo que representó mucho para san Francisco y santa Clara y que tiene un sentido muy entrañable para las clarisas. A las 6 y media de la tarde se reunieron un grupo de personas en la iglesia del monasterio, ya todo estaba preparado para hacer la proyección. Por medio de un power point, la hermana Núria fue explicando cada uno de los numerosos detalles y figuras que hay representadas en esta cruz. Desde la impresionante figura de Jesucristo que ocupa el centro de la imagen hasta todos los personajes que lo rodean: María, Juan, el centurión, los soldados... y cada uno de nosotros. El Cristo de san Damián es un icono que quiere transmitir un mensaje evangélico a todas aquellas personas que lo miran y lo contemplan: Jesús está Vivo, es el Resucitado que ha confiado plenamente en el Padre y que nos invita a todos a vivir con esta esperanza y confianza. Acto seguido, con quienes asistieron a la proyección, celebramos las Vísperas.

Fue una tarde de sábado que nos ayudó a la reflexión y a la oración y a descubrir un poco más a la persona de Jesucristo.