Esta semana que acabamos de terminar hemos tenido los ejercicios espirituales que hacemos cada año comunitariamente. Unos días de más silencio, de más reflexión, de más ratos de oración y también de descanso y de tiempo libre.
Bajo la guía y el acompañamiento de Domingo Montero, franciscano capuchino y profesor de Sagrada Escritura, nos hemos podido adentrar con profundidad por el camino siempre nuevo y atractivo del evangelio. Después de unos temas introductorios a los ejercicios, nos planteó desde varios aspectos el tema del seguimiento de Jesucristo, desde el punto de vista evangélico y desde la opción que hicieron san Francisco y santa Clara. Sus charlas y las reflexiones personales nos han ayudado a volver a emprender nuestro camino de vivencia del evangelio con más entusiasmo y empuje, a volver a iluminar diferentes aspectos de nuestra vida con fidelidad a nuestro carisma.
Volvemos a emprender nuestro ritmo de cada día después de este paréntesis vivido a lo largo de toda una semana.
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