viernes, 29 de mayo de 2015

UN DÍA PARA NOSOTRAS



Desde hace unos cuantos años, el domingo de la Trinidad es el día dedicado a los hermanos y hermanas de vida contemplativa. Es como si, a lo largo de toda una jornada, los papeles se invirtieran. Día tras día, muchas personas se acercan a nuestras comunidades pidiendo ser atendidas y escuchadas, solicitando una plegaria por alguna de sus necesidades, anhelos, inquietudes... En cambio, en este día, es toda la Iglesia quien pide recordar a los contemplativos en la oración. Un día para tenernos presentes en el recuerdo y la proximidad, para ayudarnos a pedir a Dios que sepamos mantenernos fieles en nuestro camino de entrega hacia Él y hacia los hermanos y hermanas de todo el mundo.
Ciertamente, este domingo es un día para contemplar. Para contemplar el amor y la ternura del Padre, que nos ama infinitamente. Para contemplar a Jesucristo, el hermano mayor y compañero de camino, que nos invita a seguirlo y a vivir con sus actitudes y sentimientos. Para contemplar a la persona del Espíritu Santo, que es nuestra fuerza y nuestro consuelo, nuestra ayuda y nuestra defensa, nuestra compañía y nuestro guía.
Los hermanos y hermanas que estamos dedicados en todo el mundo a la vida contemplativa, a pesar de los diferentes estilos y maneras de vivirlo, tenemos la misión de ser alabanza de la Trinidad, de vivir con una dedicación y apertura al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Nuestra vida es realmente la vida de todo miembro del Pueblo de Dios, vivida hasta las últimas consecuencias. Todos estamos llamados a la oración, cada cual desde su lugar; y de todos Dios espera que caminemos hacia él con la confianza y la alegría que tienen los hijos hacia su padre, unidos a Jesucristo, dejándonos conducir por el Espíritu.
Os invitamos, en este domingo tan especial para nosotras, a unirnos a nuestra alegría para poder celebrar, un año más, junto con toda la Iglesia universal, este gran don.

viernes, 22 de mayo de 2015

EL DON DEL ESPÍRITU


Con el domingo de Pentecostés, llegamos al final de este tiempo pascual. En este domingo, el evangelio nos presenta a Jesús ofreciéndonos su Espíritu, no tan sólo un día ni en una ocasión muy especial, sino siempre. Sólo hace falta que cada uno de nosotros nos abramos a este gran don, que nos tiene que acompañar día tras día en nuestro caminar hacia Dios.
La vivencia de este tiempo pascual, que estamos a punto de terminar, nos ha de estimular a seguir viviendo abiertos al Espíritu del Señor, a su amor, a su comprensión, a su ternura, a su amistad...
Continuemos con este ánimo en nuestro seguimiento de Jesucristo, sea cuál sea el lugar donde nos encontremos.
¡Gozoso domingo de Pentecostés!

jueves, 14 de mayo de 2015

ID Y... PROCLAMAD



Vamos llegando al final del tiempo pascual, el domingo de la Ascensión nos lo recuerda. En este día, el evangelio nos anima a sabernos continuadores de la misma misión de Jesús. Él, que ha triunfado por encima de la muerte, de nuestros miedos y nuestras dudas, nos anima a anunciarlo, no tan sólo de palabra, sino con toda nuestra vida: “Id y proclamad”. Es verdad que en nuestro mundo y en nuestra sociedad es difícil ser testigos de Jesús y poderlo dar a conocer a los demás; pero, con su ayuda, su fuerza, su luz, toda nuestra persona será anuncio del evangelio si vivimos con consecuencia con aquello que creemos y esperamos. El mismo Jesús, tal como nos dice el evangelio de hoy, “coopera” con nosotros. Con este ánimo sigamos viviendo con alegría estos últimos días del tiempo de Pascua.

viernes, 8 de mayo de 2015

SOMOS SUS AMIGOS



La amistad es un valor esencial en nuestra vida. Todos tenemos la experiencia de tener amigos y amigas auténticos, que están a nuestro lado, que nos ayudan y nos comprenden, que comparten con nosotros buenos y malos momentos, que están siempre disponibles y con quienes podemos contar siempre que queremos porque, sencillamente, están ahí.
En el evangelio de este VIº domingo de Pascua, Jesús nos habla, entre otras muchas cosas, de la amistad, no como una teoría sino que nos asegura que “Vosotros sois mis amigos”.
Si nosotros podemos poner nuestra confianza en los amigos que lo son de verdad, y podemos encontrar en ellos apoyo y ayuda, ¡cuanto más lo encontraremos en la persona de Jesús, que nunca nos fallará!
Tener a Jesús como amigo, es fuente de alegría y de amor. Tener a Jesús como amigo también implica, por parte nuestra, una respuesta generosa y comprometida, el compromiso de amarnos mutuamente tal como Él nos ha amado. Jesucristo se ha entregado totalmente por nosotros y quiere hacernos participar de su vida ofreciéndonos su amistad. Abrámonos y valoremos este don.

sábado, 2 de mayo de 2015

LA VID VERDADERA



Vamos caminando durante este tiempo de Pascua y llegamos al Vº domingo. Esta semana el evangelio nos ofrece un texto precioso. Jesús usa una imagen por hacernos llegar su mensaje: la vid y los sarmientos. Muchas veces hemos visto por nuestros campos la figura de la vid que, pese a sus aparentes ramas secas y sin vida, empieza a sacar hojas verdes y, más adelante, el preciado fruto de la uva. Es cierto que, para llegar a dar fruto los sarmientos han de estar bien unidos a la vid, de lo contrario, se secan del todo.
Jesús nos quiere decir con esto que hace falta que estemos bien unidos a Él si queremos que nuestra vida tenga sentido y si queremos dar lo mejor de nosotros mismos. Es el deseo del mismo Jesús: que vivamos unidos a Él para que podamos crecer de verdad como personas, como creyentes, como seguidores suyos.
¿Qué quiere decir vivir unidos a Jesús? Vivir unidos a Él quiere decir escucharlo en su Palabra, considerarlo como un amigo que nunca nos fallará, saber que está siempre a nuestro lado, abrirnos a su amor, a su ternura, a su amistad... y, si lo vivimos, anunciémoslo a aquellos que todavía no lo acaban de descubrir.

Nuestra vida se llenará de sentido si vivimos unidos de verdad a Jesús, esto nos ayudará también a vivir unidos a quienes nos rodean.