jueves, 16 de enero de 2014

RESUMEN DE UNA NAVIDAD



Durante el tiempo de Navidad que acabamos de dejar atrás, hemos tenido abierta, en nuestro monasterio, una pequeña exposición de pesebres. Una serie de dioramas, hechos con arte y paciencia año tras año por el Sr. Josep Pujal, padre de una de las hermanas de la comunidad, han sido colocados en una sala junto a nuestra iglesia, disponible para todas las personas que han querido visitarlos.
El montaje de la exposición ha sido posible gracias al Sr. Antoni Duran, a su hija Carme y al Sr. Josep Gomis, a los cuales agradecemos sinceramente que nos hayan aportado sus ideas y su técnica en la colocación de los dioramas.
También agradecemos a todas las personas que, un día u otro, habéis pasado por el monasterio a ver la exposición. Hemos podido compartir un rato agradable con cada uno de vosotros.
Esperamos poder ir ampliando esta colección de pesebres y seguir ofreciendo la posibilidad de visitarlos en estas entrañables fiestas navideñas.
Adjuntamos un pequeño vídeo de los pesebres expuestos y del momento de su inauguración, en la noche de Navidad. 

viernes, 10 de enero de 2014

EL HIJO AMADO

Llegamos al final del tiempo de Navidad, este tiempo breve pero rico en intensidad y en profundidad, que nos ha ayudado a vivir un poco más el gran Misterio de Dios que se ha hecho como uno de nosotros.
Dos fiestas van marcando el final de la Navidad. El lunes celebramos la solemnidad de la Epifanía, la manifestación de Jesús a todos los hombres y mujeres de la tierra, simbolizados en la figura de los magos. El próximo domingo celebraremos el Bautismo del Señor, donde contemplaremos un Jesús ya adulto a punto de empezar su misión de anunciar a todo el mundo que Dios es un Padre entrañable y amoroso.
El evangelio de este domingo es una invitación a adentrarnos en la persona de Jesucristo y a cuestionarnos cuál es su lugar en nuestra vida. El Jesús que en estos últimos días hemos contemplado como un niño débil y limitado, como cualquiera de nosotros, es el Jesús que nos irá guiando por los caminos del evangelio, del amor, de la paz, del perdón, de la ternura... y nos irá sumergiendo en el Amor del Padre. El texto del evangelio acaba con estas palabras: “Este es mi Hijo, el amado”. Que sepamos reconocer en Jesús el Hijo amado del Padre y nos sepamos reconocer también nosotros mismos hijos amados de este Dios que es todo amor.